PATRIMONIOS VENEZOLANOS

Bienes culturales y naturales

Venezuela cuenta actualmente con los siguientes lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

Coro y su puerto


Bien cultural inscrito en 1993. Estado Falcon

Con sus construcciones en tierra únicas en toda la región del Caribe, la ciudad de Coro es el único ejemplo subsistente de una fusión lograda de las técnicas y estilos arquitectónicos autóctonos, mudéjares españoles y holandeses. Fundada en 1527 como Santa Ana de Coro, fue una de las primeras ciudades coloniales de América y posee unos 600 edificios históricos.

Coro tiene un importante Centro Histórico dividido en tres zonas de protección:

-Los Monumentos Históricos Nacionales ubicados en el Casco Histórico.

.-Las Edificaciones con de la zona de valor artístico e histórico.

.-La zona de arquitectura controlada al norte, oeste y sur de la zona anterior. El sur representa la expansión de la ciudad correspondiente al siglo 19.

También tiene el Parque Nacional Médanos de Coro, con dunas de gran interés para locales y visitantes.

Parque Nacional Canaima

Bien natural inscrito en 1994. Estado Bolivar

Situado al sudeste de Venezuela, el territorio de este parque, que limita con las fronteras de Guyana y Brasil, abarca tres millones de hectáreas cubiertas en un 65% por tepuyes, montañas tabulares con características biogeológicas únicas que presentan un gran interés para la geología. Sus escarpados farallones y cascadas –entre las que figura la más alta del mundo, con 979 metros de caída– forman espectaculares paisajes.

Canaima fue declarado como parque nacional en 1962. Su tamaño se duplicó al tamaño actual en 1975. El parque es conocido por las formaciones de los tepuy, en los cuales se encuentran numerosas cascadas, incluyendo Salto Ángel con una caída libre de 1.002 m. El parque protege las cabeceras del río Caroní que le suministra agua al Guri, la mayor central hidroeléctrica del país y fuente de 60% de la energía de la nación. La Gran Sabana del parque está habitada por el pueblo indígena Pemón, muchos de los cuales se han establecido y dependen de tres misiones capuchinas. Una vía principal va de Ciudad Bolívar hacia la frontera oriental del parque. No hay otras carreteras pavimentadas dentro del parque, la sección oeste sólo es accesible por vía aérea.

Ciudad Universitaria de Caracas

Bien cultural inscrito en 2000. Distrito Capital

Construida entre 1940 y 1960 con arreglo a un proyecto del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, la ciudad universitaria de Caracas es un ejemplo excepcional de la arquitectura moderna. El campus comprende un gran número de construcciones y edificios agrupados en un conjunto funcional y bien estructurado, cuyo valor es realzado por obras maestras de la arquitectura y las artes plásticas modernas como la plaza cubierta, el Estadio Olímpico y el Aula Magna, ornamentada con la escultura “Las Nubes” de Alexander Calder.

Patrimonio Cultural Inmaterial

Actualmente Venezuela tiene 5 elementos inscritos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial.


Diablos Danzante de Venezuela

Bien cultural inscrito en 2012. Estados Aragua, Miranda, Carabobo, Guárico y Vargas

Las pequeñas comunidades de la costa central de Venezuela celebran de manera especial el Corpus Christi, festividad de la Iglesia católica romana que conmemora la presencia de Cristo en el sacramento de la eucaristía. Grupos de hombres adultos, muchachos jóvenes y niños, disfrazados de diablos enmascarados, ejecutan pasos de danza hacia atrás, en actitud de penitencia, al mismo tiempo que una jerarquía de la Iglesia católica avanza hacia ellos llevando el Santo Sacramento. El acompañamiento musical de la procesión se efectúa con instrumentos de cuerda y percusiones, mientras que los fieles hacen sonar maracas para alejar a los espíritus maléficos. En el momento culminante de la celebración, los diablos se rinden sumisos ante el Santísimo, simbolizando así el triunfo del bien sobre el mal. Los bailarines, llamados “promeseros’’, son miembros perpetuos de hermandades que transmiten la memoria histórica y las tradiciones ancestrales de las comunidades. Cada hermandad confecciona las máscaras diabólicas de sus afiliados y éstos se las ponen, llevando al mismo tiempo, cruces, escapularios y palmas benditas. Los bailarines también llevan cascabeles, sonajeros, pañuelos y cintas para protegerse contra los espíritus malignos. Las mujeres se encargan de la preparación espiritual de los niños, organizan las diferentes etapas del ritual, preparan comidas, prestan su concurso para las danzas y levantan altares a lo largo del recorrido de la procesión. En los últimos años, algunas comunidades han empezado a admitirlas a que participen como danzantes. Impregnada de creatividad, espíritu de organización y fe religiosa, esta celebración tradicional fomenta un fuerte sentimiento de identidad comunitaria y cultural.

Parranda de San Pedro



Bien cultural inscrito en 2013. Esstado Miranda

Todos los años, en las pequeñas ciudades de Guarenas y Guatire, los devotos del apóstol San Pedro celebran el día de su fiesta. Los fieles entonan cantos populares en honor del santo ante cada una de las imágenes de éste expuestas en las iglesias de ambas localidades. A media noche se celebra una misa en todas ellas, y luego los participantes sacan las imágenes a la calle para recorrer las calles en procesión. Un elemento central de la festividad es la rememoración y escenificación de la leyenda de la esclava María Ignacia, cuya hija fue curada por San Pedro. Algunos parranderos, vestidos con trajes de vivos colores minuciosamente confeccionados, representan los papeles de los personajes principales de esa leyenda, mientras que los demás agitan banderas y estandartes, tocan instrumentos musicales, bailan y cantan, improvisando melodías populares. Las mujeres participan en la preparación y celebración de la fiesta organizando reuniones para instruir a las jóvenes generaciones en la práctica de este elemento del patrimonio cultural, ornamentando las iglesias, vistiendo a las imágenes del santo y cocinando platos tradicionales. Durante la festividad, los parranderos, junto con sus familias, vecinos y otros adultos y niños de las comunidades, se reúnen para compartir todos juntos momentos de alegría. Esas reuniones sirven para celebrar el espíritu comunitario, la energía y la satisfacción de los parranderos, así como la vitalidad de una tradición que simboliza y reafirma el espíritu de lucha contra la injusticia y las desigualdades

Conocimientos y técnicas tradicionales vinculadas al cultivo y procesamiento de la curagua



Bien cultural inscrito en 2013. Estado Monagas

Los conocimientos y técnicas tradicionales vinculados al cultivo y procesamiento de la curagua abarcan un conjunto complejo de prácticas relacionadas con las maneras de cultivar esta planta y extraer de ella sus fibras blancas, caracterizadas por su solidez, resistencia y suavidad. Esas fibras se hilan para confeccionar toda una serie de objetos artesanales, entre los que destacan las hamacas, que se han convertido en el emblema característico de la región de Aguasay. Tradicionalmente son los hombres los que se dedican a la extracción y procesamiento de las fibras de la curagua, debido a la fuerza física que exigen esas tareas. Las mujeres, por su parte, se encargan del tejido y la fabricación de productos artesanales. Las prácticas de cultivo, procesamiento y confección de artesanías tienen un papel importante en la configuración de la identidad de las comunidades del municipio de Aguasay. Actúan como mecanismo de cohesión social que transciende las barreras étnicas, socioculturales y de género. También fomentan diversas formas de cooperación dentro de las diferentes comunidades y familias, así como entre ellas. Las mujeres asumen un importante protagonismo en las estructuras comunitarias y familiares, tanto en lo que respecta al trabajo creativo como en lo referente a la generación de ingresos. Los conocimientos y técnicas se transmiten de generación en generación en el seno de las familias, principalmente por medio de la tradición oral, la observación y la imitación.

Carnavales del Callao


Bien cultural inscrito en 2016. Estado Bolivar.

El carnaval de El Callao es una práctica cultural de las comunidades de esta ciudad de la República Bolivariana de Venezuela, que guarda relación con los festejos de emancipación llamados “Cannes Brulées” que tienen lugar en las Antillas de habla francesa. Desde enero a marzo, esta festividad tradicional agrupa hasta unos 3.000 participantes que desfilan por las calles de la localidad disfrazados de personajes históricos o imaginarios al ritmo del calipso y otras músicas y danzas. Los desfiles son conducidos por mujeres que danzan engalanadas con vestidos variopintos. Son las llamadas “madamas”, matronas antillanas que se consideran auténticos pilares de la identidad callaoense por ser consideradas portadoras y comunicadoras de los valores culturales de la comunidad. Otros personajes del carnaval son: los “mediopintos”, jóvenes que divierten al público embadurnando con hollín a los que se niegan a contribuir con un óbolo; los “mineros”; y los “diablos”, personajes enmascarados que bailan blandiendo un látigo para mantener el orden. También participan en la festividad niños y adultos con otros disfraces. Este carnaval pone de relieve la historia de los habitantes de la ciudad y su diversidad al exaltar el legado cultural afroantillano y las influencias de otras comunidades, fortalece la identidad de los callaoenses, propicia la unidad entre ellos e incita a las generaciones más jóvenes a descubrir su patrimonio cultural. La transmisión de esta práctica cultural entre las generaciones se efectúa esencialmente en el seno de las familias y en escuelas dirigidas por depositarios de las tradiciones, en las que los niños adquieren las competencias necesarias para participar en el carnaval, componiendo melodías, tocando instrumentos musicales, cantando, bailando y fabricando máscaras.

Culto a San Juan Bautista


Bien cultural inscrito en 2021. Estados Aragua, Carabobo, Distrito Capital Miranda, La guaira y Yaracuy

Las prácticas y conocimientos culturales vinculados al ciclo de celebraciones en honor de San Juan Bautista en Venezuela datan del siglo XVIII, y se originaron en las comunidades afrovenezolanas esclavizadas en los dominios coloniales españoles de aquella época. Aunque esas celebraciones tuvieron en sus principios una marcada influencia del catolicismo, también se caracterizaron por la presencia de numerosas expresiones culturales de índole verbal, musical y física, vinculadas al África Subsahariana. Los adeptos a este ciclo festivo, los sanjuaneros, lo consideran un símbolo de resistencia cultural y de libertad y un medio para evocar la memoria de sus antepasados esclavos. En muchas comunidades, el ciclo festivo da comienzo a principios del mes de mayo. Sus celebraciones jubilosas comprenden repiques de tambores, bailes, narraciones, y procesiones religiosas con la estatua de San Juan Bautista. Cada comunidad cuenta con repertorios propios de cantos y bailes. Las fechas de celebración del ciclo festivo varían de una región a otra, pero los días más señalados son el 23 y el 24 de junio. En la primera de estas fechas, los miembros de las parrandas y cofradías de sanjuaneros se reúnen entre sí para estrechar sus lazos de solidaridad y amistad, y luego visitan las iglesias y la “Casa de San Juan” donde se custodia la imagen del santo. Al día siguiente, transportan la imagen a los ríos de sus respectivas comunidades para su inmersión en las aguas, conmemorando así el acontecimiento del bautismo de Jesús por San Juan en el Jordán, relatado en el Evangelio. Muchos fieles acuden también a los ríos para obtener la bendición del santo. Aunque la fecha final del ciclo es variable, en la mayoría de los sitios se dan por terminados los festejos el 16 de julio. Las prácticas y conocimientos relacionados con este elemento del patrimonio cultural inmaterial se transmiten en el seno de las familias, por intermedio de los grupos comunitarios y en las escuelas.

Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia


Actualmente Venezuela tiene 2 elementos en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.

El idioma mapoyo o wanai es un idioma Caribe que es una lengua amenazada de extinción, hablado todavía por algunas personas en la cuenca del río Suapure, muy cercano al yabarana.

El mapoyo es una lengua de tipo ergativo, como la mayor parte de lenguas caribes. Esta lengua forma parte del patrimonio cultural inmaterial incluido dentro del Patrimonio de la Humanidad en Venezuela.




Bien cultural inscrito en 2017. Estados Anzoategui, Apure, Barinas, Cojedes, Guarico. Portuguesa

Los cantos de arreo y ordeño están relacionados con las labores que los llaneros tienen que desempeñar con el ganado vacuno o trabajo pecuario.1​2​3​

Muchas de las expresiones artísticas de la población venezolana están por desaparecer debido a la mecanización de muchas de las labores que les dieron origen.

Cantos de trabajo de Los Llanos de

Colombia y Venezuela